domingo, 24 de julio de 2011

Con La Vinotinto puesta

Gustavo Contreras León – En twitter: @GustavoECL


La actuación de La Vinotinto en la Copa América es resultado del crecimiento que viene presentando el fútbol venezolano desde hace más de una década y sirve como impulso para las próximas eliminatorias, rumbo al mundial del 2014 que se jugará en Brasil. Sin embargo, en esta oportunidad, quiero referirme al sentimiento nacional, ese que va más allá del fútbol y se traduce en el amor a un país: Venezuela.

Como consecuencia de la exitosa presencia de la selección en el torneo, nos sentimos orgullosos de ser de la patria de Bolívar. Es una emoción normal y obvia cuando nuestro equipo logra llegar a instancias finales de un campeonato tan prestigioso. Ahora, el asunto es que aprendamos a decir con honor, día a día, “soy venezolano”.

Muchas veces le damos excesiva importancia a lo que nos venden desde afuera. Está bien admirar o resaltar deportistas, músicos o artistas de otros países, que por méritos se ganan el respeto y la simpatía de cada uno de nosotros, pero nunca he compartido ese empeño que he visto en amigos, colegas, conocidos y medios de comunicación de poner primero (entendiendo como mejor) las cosas o las personas que vienen del extranjero, antes que las nuestras.

Estar varios meses fuera del país me ha mostrado lo que, a mi parecer, nos hace falta a los venezolanos: el convencimiento de que somos los mejores y tenemos lo mejor. Solo así lograremos que Venezuela, con todo lo que tiene, resalte con mayor fuerza en el resto del mundo.

En este momento de unión en torno al fútbol, aprovechemos para extender ese patriotismo a cuantos paisanos podamos. La idea es no bajarnos del bus Vinotinto nunca más, que las camisetas de otras selecciones no sean más que souvenirs o parte de una colección. Y lo del bus Vinotinto que aplique en todos los ámbitos de la vida.

Un español, un argentino, un colombiano o un francés no se van a poner la camiseta de Venezuela, siempre tendrán la de su país, por eso les respetamos. Allí es cuando tenemos que entender que, si no alzamos nuestra bandera, nadie más lo hará por nosotros.

Hagamos que este triunfo deportivo, que nos ha puesto en boca del mundo entero, se mantenga vigente en cada acción que realicemos, en cada trabajo que hagamos y cada palabra que digamos. En nuestra tierra se están haciendo miles de cosas para sentirnos orgullosos, pero tenemos que abrir los ojos y descubrirlas, apoyarlas y potenciarlas. Sigamos haciendo grande a nuestro país, está en nuestras manos.

La franela Vinotinto no sólo representa un equipo de fútbol, porque ella simboliza las ricas arepas, las hermosas playas, el Salto Angel, la música de la Orquesta Sinfónica de Venezuela, el delicioso pabellón criollo, el buen café, la recta de Johan Santana, las letras de Rómulo Gallegos, los Andes cordiales y muchísimas cosas más; pero, lo más importante, es que en esa camiseta están las almas de 30 millones de venezolanos, sin duda alguna, los ciudadanos con mayor calidad humana en el mundo.

Link: http://futbolestodo.com/main/con-la-vinotinto-puesta/

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