Un rectángulo de juego, 22 futbolistas y dos colores que, durante noventa minutos, representan dos Estados de Venezuela que compiten deportivamente para ganar mucho más que tres puntos. Se busca la gloria, defender el orgullo y afianzar diferencias culturales que caracterizan a dos regiones del país.
Táchira – Caracas, Caracas – Táchira. El antagonismo de la capital y la provincia, el que quiere imponer sus reglas y el que establece las suyas, el rojo y el glorioso amarillo y negro. No hay un partido que genere mayor expectativa en todo el territorio nacional que este, el clásico moderno del fútbol venezolano.
El Deportivo Táchira es mucho más que una institución deportiva del Estado, mucho más que simple entretenimiento para los aficionados al fútbol. El Deportivo Táchira es un patrimonio, una bandera que identifica a millones de personas, no solo en Los Andes, sino en diversos espacios de Venezuela.
Por ello los enfrentamientos con el Caracas FC se viven de forma especial, es una jornada más en el calendario, pero es una fecha enmarcada por los aficionados. Desde 1985 muchas veces se han visto las caras y cada uno de esos compromisos se han vivido con pasión, con la sangre caliente y el corazón a punto de salir disparado del pecho de los protagonistas.
Este 28 de abril de 2010 no será distinto, porque una nueva edición del clásico del fútbol profesional venezolano va a ser disputada, y los adversarios sacarán sus virtudes y esconderán las flaquezas para intentar llevarse los tres puntos al camerino.
Un ingrediente especial es que ambos equipos llegan a este encuentro disputando la punta del torneo, y quien gane se ubicará en lo más alto de la tabla de posiciones del clausura. Esto hace que el Deportivo Táchira se juegue muchos intereses en este partido.
Todo clásico del mundo se juega con los dientes apretados y máxima concentración, no es un partido cualquiera, es un Caracas – Táchira. Y muchos jugadores del Carrusel Aurinegro saben lo que significa un encuentro de estos porque su recorrido se los ha enseñado.
Pero no solo dentro de la cancha se deja todo. Las hinchadas desde las tribunas experimentan estos partidos de manera particular, y su apoyo es fundamental para los jugadores. Por ello la sana competencia, para dejar claro quien alienta más, es un as bajo la manga para los equipos. De eso sabe bastante la mejor afición de Venezuela, la del Deportivo Táchira.
De cualquier manera las palabras no alcanzan para describir un Caracas – Táchira, todo se decide en la cancha. Once contra once batallan por gritar gol… ese anhelado instante de éxtasis deportivo que puede inclinar la balanza a favor de uno u otro. Mañana se juega una nueva edición del clásico nacional, toda la atención apunta a este evento y luego de los noventa minutos el Deportivo Táchira podrá dar más grandeza a su historia.
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