Una cosa es creer en Dios y otra creer en los individuos que se proclaman representantes del Él sobre el planeta tierra. Esos que supuestamente tienen el poder para bautizar a alguien y la moral para echarnos sermones de casi una hora, todos los domingos, sobre lo que debemos hacer y lo que no.
Les parecerá raro leer en este blog sobre religión, tal vez porque no soy el más documentado acerca del tema, o por no haber tenido la oportunidad de introducirlo en este espacio, que por lo general utilizo para contenidos menos complicados. En mi defensa, antes de entrar en materia, les cuento que estudie durante 13 años en un colegio de monjas y tenía el catecismo como asignatura. Pero la cosa no va de conocimientos teóricos. Es un asunto de fe.
Hace unas semanas tuve una de esas discusiones entre tragos, con tres buenos amigos y la novia de uno de ellos. Controversia de aquellas bien amenas, que se dan en horas de la madrugada, cuando sólo quedan en la fiesta “los que son” y no sobra nadie. Todo comenzó (si las cervezas no hacen mella en mi memoria) con el matrimonio, y allí pasamos a los sacerdotes y la iglesia católica.
Mis interlocutores hablaban de su negativa a confesarse por razones obvias: “Que el cura es igual de pecador que las demás personas”, “¿Con qué integridad puede absolver mis pecados un culpable más?”, “No voy a confesar mis faltas ante un ser humano común sólo porque tiene vestidura”. Hasta allí, todo bien. El problema comenzó cuando todos estuvieron de acuerdo en que algún día quisieran casarse por la iglesia para que la unión sea bendecida por Dios, teniendo al sacerdote como mediador. Grosera contradicción, y en esto soy inexorable.
Es contradictorio señalar que un clérigo es tan mortal como todos nosotros al momento de confesarnos, pero atribuirle poderes divinos para unir eternamente a una pareja. O crees en sus atributos sobrehumanos o no, pero no se vale exponer que el individuo es un representante de Cristo a medias. O tiene poderes o no los tiene. ¿Se entiende mi punto?
En lo personal, no creo que un presbítero tenga esos atributos. Mis pecados los hablo con Dios y sólo Él puede perdonarlos. No tengo necesidad de mediadores porque no los considero legítimos, al menos no a todos. Incluso existen personas buenas, mucho más buenas que los representantes de la iglesia, y no llevan hábito ni sotana. Punto.
Les parecerá raro leer en este blog sobre religión, tal vez porque no soy el más documentado acerca del tema, o por no haber tenido la oportunidad de introducirlo en este espacio, que por lo general utilizo para contenidos menos complicados. En mi defensa, antes de entrar en materia, les cuento que estudie durante 13 años en un colegio de monjas y tenía el catecismo como asignatura. Pero la cosa no va de conocimientos teóricos. Es un asunto de fe.
Hace unas semanas tuve una de esas discusiones entre tragos, con tres buenos amigos y la novia de uno de ellos. Controversia de aquellas bien amenas, que se dan en horas de la madrugada, cuando sólo quedan en la fiesta “los que son” y no sobra nadie. Todo comenzó (si las cervezas no hacen mella en mi memoria) con el matrimonio, y allí pasamos a los sacerdotes y la iglesia católica.
Mis interlocutores hablaban de su negativa a confesarse por razones obvias: “Que el cura es igual de pecador que las demás personas”, “¿Con qué integridad puede absolver mis pecados un culpable más?”, “No voy a confesar mis faltas ante un ser humano común sólo porque tiene vestidura”. Hasta allí, todo bien. El problema comenzó cuando todos estuvieron de acuerdo en que algún día quisieran casarse por la iglesia para que la unión sea bendecida por Dios, teniendo al sacerdote como mediador. Grosera contradicción, y en esto soy inexorable.
Es contradictorio señalar que un clérigo es tan mortal como todos nosotros al momento de confesarnos, pero atribuirle poderes divinos para unir eternamente a una pareja. O crees en sus atributos sobrehumanos o no, pero no se vale exponer que el individuo es un representante de Cristo a medias. O tiene poderes o no los tiene. ¿Se entiende mi punto?
En lo personal, no creo que un presbítero tenga esos atributos. Mis pecados los hablo con Dios y sólo Él puede perdonarlos. No tengo necesidad de mediadores porque no los considero legítimos, al menos no a todos. Incluso existen personas buenas, mucho más buenas que los representantes de la iglesia, y no llevan hábito ni sotana. Punto.
11 comentarios:
Lo que pasa es que la gente cree cuando le conviene y para lo que le conviene. No queremos creer en los curas como aquellas personas facultadas para que nos absuelvan de los pecados (no estoy diciendo que lo sean), pero como una de las cosas que la gente mayor anhela es felicidad, entonces los allí los curas sí sirven; además que la costumbre de casarse por la iglesia es sinónimo de un estatus y de una estabilidad, es algo históricamente aceptado y anhelado.
Sociedad Gus, sólo eso... una normativa social, el cura, como lo has dicho, es el mediador de uno de los eventos más mitificados por la sociedad, y sociedad-moral matan a religión, o se unen que es peor...
De contradicciones está hecho el hombre, no debería ser un sorpresa.
Muacks!
Sólo se habló de la iglesia católica como la derogada y por el cual la gente ya no sabe qué pensar por falta de conocimiento. Cuídense de los prejuicios si buscan a Dios. Y si no buscan a Dios, entonces ¿qué sentido tiene venir al mundo?
Tal cual como la película "La Mala Educación", concuerdo plenamente contigo
100% de acuerdo!!!!! Yo no me caso ni por la iglesia ni por el civil, para despúes divorciarme? jajajajajajaja!!!!!! Para unirnos a alguién hace falta muchísimo más que un papel o un cura...
ES POR ESO QUE CUANDO ME CASE HARE UNA SIMPLE PARRILLADA EN MI CASA, AUNQUE CON ESTE COMENTARIO NO VAYA CONSEGUIR CON QUIEN CASARME JEJEJE
EL EFECTO ESTA ACTUALIZADO, UN ABRAZO.
Me parece un post excelente. Es muy controversial hablar de estos temas porque las personas suelen diferir mucho en este punto, pero siempre he dicho que hay tanta madera que sacarle, que por qué no hablar de eso? Incluso, desde hace semanas estoy preparando un post para mi blog sobre la religión y mi punto de vista, pero abarca un poco más de lo que escribiste.
Sólo te puedo resumir en que no estoy de acuerdo con las religiones, aunque estudié 6 años en un colegio cristiano (llámese evángelico, rama a la que no pertenezco) y llevo 4 años en un colegio jesuíta donde vamos a misa todas las semanas.
En fin, expondré muy bien mi punto cuando prepare el post.
Gracias por pasarte por mi blog, saludos!
hola que tal! permítame felicitarlo por su excelente blog, me encantaría tenerlo en mis blogs de entretenimiento (animes,peliculas,etc ).Estoy seguro que su blog sería de mucho interés para mis visitantes !.Si puede sírvase a contactarme ariadna143@gmail.com
saludos
pues es que a la gente le cuesta sacarse los dos mil años de mitificacion religiosa que nos han querido meter en la cabeza... y creo que por eso se dan esas contradicciones! yo pienso que la religion solo es una de las industrias mas antiguas de este planeta. casos como el de irlandaa en los que justificaron la dignidad e inocencia de 35.000 niños con una "vergonzosa" disculpa deja todo dicho!
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saludos
- Abuela , pero ¿ a dónde vas ?
- A confesarme .
- Con... ¿ confesarte ?
Apartir de entonces , mis ideas se asimilan a la esencia de tu post ,
muy completo , por cierto.
¡ Saludos !
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